Por favor(2/2)
Toma con sus dos manos la taza de café negro que
acaban de llevarle y antes de beber de ella sopla un poco el vapor que
desprende pero sonríe divertido porque se ha dado cuenta de que lo he estado observando desde que llegó.
Jaejoong debería entender también que no estoy viendo de la misma forma en la que toda
la gente lo ve; admiración, envidia,
deseo.
Debería entender el mensaje de mis ojos: “Maldito sinvergüenza,
déjame trabajar en paz.”
-Disculpa…- me llama una de las chicas en la mesa.- ¡Oye! ¡Estas
tirándolo todo!
-¿Eh? ¿Qué? ¡Perdón!- No me había dado cuenta de que estaba sirviendo el café sin detenerme hasta derramarlo
también sobre su pastelillo de crema. Esto no me pasa nunca, siempre trabajo
eficientemente. Es culpa de Jaejoong que ahora ríe abiertamente mientras cubre
su boca con una mano. –Te traeré otro, ¿sí?, lo siento.
Ella asiente con el entrecejo fruncido.
Recojo el desastre de la taza y el plato hondo mientras me avergüenzo
más y más. Me pregunto porque, maldita
sea, siempre soy así de torpe cuando Jaejoong está cerca. Siempre debo estar en
una situación vergonzosa, humillante, tonta, cuando nos vemos fuera de clases.
Una de mis jóvenes compañeras me pasa otro pastelillo - Esta bien, Changmin oppa, a veces sucede solo
ten más cuidado.
-Vale.- camino hasta la chica sintiendo que miran mi espalda. Cuando le
entrego el postre o puedo evitar girar mi cabeza y verle sonriente mientras me
toma una foto con su carísimo celular.
Oh, no. No necesitamos más material para extorsionar a Changmin, no
puedo creerlo. Me dirijo hasta a él sin decir nada cortés a las clientes como
acostumbramos aquí.
-¿Qué crees que haces?- murmuro entre dientes para no alzarle la voz.
-Tenía que tomar esa expresión.- contesta riendo y termina sonriéndome
con ternura– Changmin, sinceramente no sé de qué te avergüenzas. Verte trabajar
aquí es la cosa más linda que he visto en mi vida.
No voy a golpearlo cuando la
gerente está viendo para acá así que respiro profundamente.
-¿Tienes idea de lo mucho que me ha costado llegar hasta dónde estoy?
Soy el representante de la clase y asisto a las prácticas con los maestros en
el hospital como si fuera un residente y soy
capitán del equipo de futbol, tengo una reputación que mantener.
-Pero estas en primer año. –Me mira confundido, parece que el sentido
del humor se le esta yendo.
-Precisamente llegué a todo eso siéndolo
y ¿de verdad vas a arruinarlo? – Él se pone de pie como si hubiese
escuchado suficiente.
-Mis problemas son precisamente problemas. ¿Realmente crees que si alguien se entera será si quiera la
mitad de lo que yo tendré que soportar
si no me ayudas?
Hay incómoda sensación de estar cara a cara mientras las chicas de la mesa continúa a
esta nos miran asombradas por el aparente principio de pelea.
-Terminamos de hablar en casa.- siseo.
No entiendo lo que intenta decirme. Doy un suspiro y me alejo de él.
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
El frio pasa a travez de mi camisa de manga larga color blanca pero sigo
corriendo hasta alcanzar a Junsu para estar disponible cuando me dé el pase y
pueda disparar hacia la portería.
Me detengo justo a tiempo derrapando en los tachones. La humedad del
pasto moja mis talones y eso se siente demasiado bien para relajarme. Recibo el
balón con el pecho, luego lo paso a mis pies y en un movimiento rápido atino a
gol.
Junsu se cuelga a mi espalda en un demasiado efusivo abrazo y me grita
al oído con su voz demasiado aguda y reconfortante, sonrío sosteniéndolo de los
antebrazos hasta que veo a todo el equipo corriendo hacia a mí.
Ganamos el primer partido de la liga. ¿Qué más puedo pedir si estoy tan
satisfecho después de todo el duro entrenamiento que tuvimos durante el verano?
Paso un brazo por el hombro de Minho y Taemin para la foto en equipo,
respectivamente nos despedimos del oponente porque fue un buen juego.
Doy una mirada rápida a las gradas cuando me quito la camisa sudada .
¿Qué rayos hace Jaejoong ahí sentado entre la novia de Yunho, Ara, y las otras dos chicas que salen con algunos
del equipo?
Aprieto mis labios, dirigiéndole una mirada de advertencia antes de ir a
los vestidores.
-Eso fue genial, Changmin. El primer gol de la temporada.- Uno de los
chicos me da fuertes palmadas en mi espalda desnuda.
-Estuvo bien.- respondo humildemente.
-¿Cómo puedes hacer tantas cosas? – me sonrié otro. – Debe ser genial
ser tú. Nunca creí que podría admirar a
un dongsaeng.
-Es el chico más genial de la universidad .- asegura el anterior.
Desvió la mirada. Si supieran.
Después de cambiarnos y de que me mojaran con el agua de todos sus
termos, como es tradición hacerlo con el capitán cada vez que ganamos un
partido. Yunho hyung me ha prestado una sudadera que me queda relativamente
grande. Camino de regreso a mi dormitorio
silbando el soundtrack de Rocky Balboa. ¿Qué? Estoy feliz.
Al abrirla puerta me encuentro
presenciando una acalorada discusión entre una pareja de novios.
-Sabes que me necesitas, Jae.- Es su novia, obviamente. Casi tan alta
como él, una quijada bonita y firme con pómulos altos y ojos hermosos. Su
cabello está recogido en una cola de caballo alta.
Pero tiene los ojos rojos como si estuviera conteniendo las lágrimas y
se abraza a si misma mientras espera las
siguientes palabras del castaño que está
sentado en mi cama.
-Desde el principio sabias lo que era. – susurra. -¿Por qué te pones
así? ¿No te lo dije claramente desde que comenzamos a salir?
-Sí pero creí que yo…
-¿Qué podrías “curarme” “aclarar mi cabeza? ¿Eso te dijo mamá? ¿De
verdad cree qué esto se me va a pasar? - le interrumpe. No está enojado, su
rostro luce decaído y parece que no le importa si quiera que este escuchando la
conversación.
Su novia (¿O ex novia? Porque
parece que están terminando, qué incomodo, uy…) me mira con desdén.
-¿Así que él?- le pregunta aún más enojada. ¿Qué? ¿Yo qué?
Jae da un largo suspiro antes de susurrar a algo que supongo es un sí
para después esconder su rostro entre sus manos como si quisiera estar en otro
lugar.
No es el único.
-Jihyo, sabes qué sería así sólo era para que me dejaran en paz mientras ahorro lo
suficiente.
-Olvídalo, Jaejoong. – le dice. – No voy a permitirlo, no gasté tanto
tiempo en ti como para rendirme ahora.
Después de eso se va, no sin antes pasar por un lado mío golpeándome con su hombro. Todo queda en silencio después
de ese portazo. Jaejoong se irá también pero no lo permito tomándolo del brazo
-¿Qué fue eso?- Le pregunto. Él también tiene los ojos rojos cuando
voltea a verme. Luce atormentado. Aflojo mi agarre. -¿Estás bien?
Deja escapar una risa sarcástica y después mira hacia abajo. –Changmin…
tienes que ayudarme.
-¿Con qué?
-Con la cinco.
-¿Salir contigo seis veces? ¿Te refieres a que solo esa? – genial, es la
que menos quería hacer.
-Sí. Mañana.
-¿Tan pronto? ¿Por qué?
-Mañana, a las siete en el club.
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
-Esto es incomodo, Jaejoong- logro articular con la voz temblorosa. El
castaño pasa sus brazos por mi cintura apretando ligueramente. Nuestros torsos
desnudos se tocan gracias a los trajes de baño que llevamos puestos.
Estamos en una especie de
gimnasio con piscina climatizada. Es un club, de membrecía, esas donde
solos los ricos pueden pagar mensualmente. Algo así como dos años de mi
salario.
-Esa que está ahí es mi madre. –Me dice al oído. Los bellos de mi nuca
se erizan y siento una presión en mi vientre. ¿Qué rayos? ¿Desde cuándo soy tan
sensible? – Esta volteando para acá.
Suspira hondo, puedo notar su nerviosismo. –Ahora, tienes que besarme.
Ah, creí qué habia dicho que lo besara.
Oh lo dijo.
Su rostro se acerca
al mío.
Puedo ver las gotas de agua que
hacen brillar sus pestañas negras cuando cierra los ojos. Es una sensación esponjosa, cálida y
húmeda cuando junta nuestro labios y comienza a mover los suyos. La presión en mi vientre aumenta
cuando junta nuestras caderas y lleva una mano a mi nuca donde acaricia la
parte de atrás de mis oídos.
¿Qué rayos está sucediendo?
Creí que sería asqueroso besar a un hombre. Realmente. Es. Agradable.
Es…es...
Como si sintiera que yo también debo hacer algo, tengo que
corresponderle y depositar mis manos en sus caderas donde puedo sentir
claramente el pequeño huesillo gracias a la delgada tela mojada. Mi respiración comienza a agitarse pero segundos
después el termina el contacto.
Esconde su rostro en mi cuello.
-¿Qué está haciendo?...
Siento que hago un esfuerzo sobre humano para poder pronunciar una frase:- E-esta hablando por
teléfono con alguien, ésta enojada.
-Perfecto. Debe ser mi padre.- da un suspiro de alivio, el aliento da en
mi pecho y hay un escalofrío por toda mi espina dorsal.
No creo que deba decirle que ese ha sido mi primer beso y que es la
primera vez en la que alguien me toca
así.
-Quiero irme. – me pide y no puedo estar más de acuerdo.
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
Así que aquí estoy con la cara enterrada en la almohada intentando
respirar a travez de la tela a la vez en que intento suicidarme.
Ha pasado una semana.
Jaejoong entra con una enorme sonrisa en su rostro.
-Muy bien. Finalmente mis padres me han desconocido como su hijo.
-¿Eso es bueno?- pregunto con la voz baja.
-Acabo de darme de baja en la universidad. Adiós medicina.
-¿Cómo?- Me reincorporo. -¿Te vas?
-Tú sabes que no es lo mío.- a pesar de todo, la sonrisa no llega a sus
ojos. No hay ese brillo. Viene a sentarse
a mi lado. –Te extrañaré, Changmin. La verdad creí que necesitaría insistir
como seis veces para que reconociera mi homosexualidad como algo permanente pero con ese beso ha sido suficiente. Muchas
gracias, serías un buen actor.
Actué, si claro, por supuesto. Se presenta un incomodo silencio.
¿Por qué me siento tan extraño?
-Así que por eso copiabas mis trabajos, no querías esforzarte en algo
que no quieres hacer.
-Algo así. – Me revuelve el cabello. –Sin embargo, si no hubiese estado
estudiando música pudiese haber tenido un mejor desempeño.
¿Ese era el porqué no tenía
buenas calificaciones? ¿En verdad estudiaba otra cosa mientras estaba en
una de las carreras más difíciles como medicina? Qué tipo tan extraño.
-Me voy pasado mañana. Cumpliré mi parte de dejarte en paz.- me guiña un
ojo.
No es necesario que se vaya realmente. Los dormitorios son para
universitarios de cualquier carrera, están en el centro de la cuidad pero
precisamente yo se lo pedí. Pero no soy capaz de decirle que se quede. Para
empezar ¿Por qué lo haría?
Estos últimos días me dí cuenta de que él no era tan molesto y presumido como creía. En
realidad es un buen chico, aunque algo exótico.
Ya no ha molestado como antes.
-¿Por qué me tratabas así?- le pregunto.
-¿Siendo insoportable?- sonríe
como si recordara algo.
-Sí, esa es la palabra.
El pone una mano en mi muslo para acercarse y darme un rápido y
superficial beso en los labios. Apenas lo sentí. Sin poder evitarlo abro
demasiado los ojos, sin palabras.
-Así soy cuando me gusta
alguien.- me da una gran sonrisa apenada mientras se cubre la boca con el dorso
de su mano.
Ese gesto ha sido lindo, pienso
observando mis rodillas cuando el retira su mano y se aleja.
-Tengo que arreglar unas cosas con mis maestros.- me dice para después
ponerse su saco, tomar su mochila junto a su carpeta y salir por la puerta.
No sé si he entendido bien.
Pero creo que me dijo que le gustaba. Regreso mi cara a la almohada para
un segundo intento
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
Ha pasado un mes.
Un aburrido, lento y pretencioso mes donde no puedo sacarme a mi ex
compañero de dormitorio de la cabeza.
Cuando intenté llamar a su celular la línea estaba suspendida, por lo
que fue verdad el que sus padres lo desheredaron. Deseé poder verlos a la cara y decirles un par de cosas
muy irrespetuosas.
Lanzo la pequeña pelota anti estrés
a la pared de la cama donde dormía Jaejoong. Todo es tan aburrido. Voy del estúpido trabajo a clases y los
partidos no son muy frecuentes como para poder distraerme. He terminado todos
los deberes que tiene el representante.
Extraño esconder mis apuntes para
que no los tome (raro pero así es) , pelear con él y esas batallas verbales que
justo ahora me voy dando cuenta de que eran divertidas. Los sábados por la noche donde él rentaba
alguna película y me obligaba a verla con él no suenan tan mal ahora.
Quizas a mí también me gustaba un poco aquel chico.
¿Debería admitir que deseo besar sus labios otra vez como en ese club?
¿Pero cómo voy a encontrarlo ahora?
Lo último que supe fue que estaba en una de las escuelas más grandes de música de
Seoul.
Es el viernes más aburrido que he tenido en mi vida.
Lo extraño.
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
¿Lentes de sol? Listo. ¿Gorra de beisbol? Listo.
¿Pasamontañas? Bueno, no debo exagerar tanto cuando evito que me vean entrar al edifico
del café donde trabajo, no.
Estaciono mi bicicleta en el callejón y la encadeno a la llave del agua para después entrar por la
parte de atrás.
Bien.
¿Quién es el rubio que está de espaldas
atendiendo una mesa mientras usa el delantal que compré porque exigí jamás
volver a usar el mismo que el de mis compañeras?
Me pongo el polo azul del uniforme
para salir a la cocina y cuando
me dan las bebidas frías que debo preparar él se acerca con una sonrisa
entregándome otro papel.
-Hey ¿Cómo has estado, Changmin?- Jaejoong me sonríe a la vez en que se
muerde el labio inferior.
Correspondo aquella sonrisa qué, es cierto, joder, eché de menos.
-Bien.
Debí suponer que no solo venía aquí para verme.
-¿Te gusta este lugar, no?
-Pues sí. – Toma los postres que le doy más el vaso desechable que lleva la imagen de la simpática hojita
verde. Antes de irse saca de mi delantal negro un ridículo papelito lila de post-it muy arrugado y me lo da.
Lo desdoblo para leer reprimiendo
una risita.
“Cambié de opinión. Aún conservo
la foto, muffin.”
Entiendo el mensaje pero aún así no creo que seis citas sean suficientes para mí.
(extra)
Estaba revisando el celular de Jaejoong (¿Qué?)
masticando mi paleta de manzana verde cuando dejé de sentirme un acosador por
estar checando sus cosas porque el precisamente tiene una carpeta para mi
solito de fotos.
Siento deseos de sonreír como un idiota y de
golpearle cuando salga del baño ya que este celular es un peligro para mí. Son fotografías vergonzosas.
En una foto estoy dormido babeando mi almohada. En
otra… ¿de verdad la tomó? Simplemente en
ella me veo comiendo sushi sentado en el piso
mientras hojeo algunos libros, probablemente estudiando, tengo restos de
arroz por toda la cara. Después hay fotos donde atiendo a los clientes con el mandil que gracias al cielo pude
dejar de usar.
Quizás no fue buena idea el que regresara a vivir
conmigo.
¿Les gusta que narre Changmin? Para mi es demasiado divertido escribir desde su punto de vista xD
¿Les gusta que narre Changmin? Para mi es demasiado divertido escribir desde su punto de vista xD