Parte IV
Entre la cálidez que sus cuerpos tan juntos provocaban, y el frío que suele haber siempre por las mañanas en Seoul. Yunho quería que esto durara para siempre.
La cómoda sensación de sus brazos rodeando protectoramente la cintura de su amigo, aquella suave piel en contacto con la suya.
Hace años que Yunho no se sentía tan tranquilo, una mañana absolutamente pacifica.
Su rostro estaba cercano a la nuca de Jaejoong, su tranquila respiración era insuficiente para poder sentir aquel delicioso aroma que nunca cambiaba.
Habian estado tan lejos por tanto tiempo que ahora necesita sentirlo más cerca que nunca. Ni siquiera sabe como ha podido soportarlo. No se perdonaría si se alejaba de él otra vez.
Decidió abrir los ojos, encontrándose con la blanca piel del cuello de Jaejoong. Por la profunda respiración, Yunho asumió que aún dormía.
Reprimiendo una sonrisa, estrechó aún más ese cuerpo contra el suyo. Incluso también tuvo que reprimir un suspiro.
Se estaba demasiado a gusto aquí, sin embargo, él quería moverse un poco para ver el rostro de Jaejoong durmiendo.
Cuidadosamente, deshizo el agarre de sus dedos entrelazados. No pensó mucho en el hecho de que ambos no se habían movido ni un poco de posición desde que se acostaron anoche. Parecían más un matrimonio que vuelve a reunirse que dos amigos extrañándose…
“Pensando incorrectamente de nuevo” aceptó Yunho. Removió el brazo que estaba bajo de aquella cintura. Se reincorporó y rodeó la cama. Sin perder de vista ese rostro durmiente, se sentó en la orilla para después con cuidado acostarse una vez más.
Cerca de él.
Los esponjosos labios entreabiertos, la tranquila expresión, los ojos cerrados en media luna. Deseo tanto poder tomar una foto.
En el mueble de su lado junto a la cama, estaba el iphone de Jaejoong. En un pequeño impulso Yunho lo tomó y lo encendió. Tomaría una foto y se la enviaría a su propio celular.
Sabía perfectamente que no era normal lo que estaba haciendo, no era normal sentir todo eso por este chico. Era incorrecto, iba en contra de todo lo que le habían inculcado, era la única regla que habia roto en toda su vida
. Los latidos rápidos de su corazón al tenerle tan cerca estaban equivocados, su corazón no funcionaba bien.
Segundos después de haber enviado la foto, el celular comenzó a vibrar. Antes de comenzar a sonar el tono de llamada, Yunho la rechazó por accidente.
“Espero que no sea algo importante” pensó preocupado.
Dejando eso un poco de lado, miró fijamente el pequeño objeto. Mordió sus labios apenado a la vez que entraba a la fototeca.
Selcas y más selcas. Ese Kim Jaejoong no cambiaba, pero para Yunho estaba bien. La vanidad de Jaejoong era lo más adorable del mundo para él. Continuó viéndolas una a una, mientras que con algo de culpabilidad enviaba algunas de estas a su propio celular.
Era increíble para Yunho, como habia terminado aceptando esta atracción hacia Jaejoong. Cuando vivían juntos, a pesar de quererlo muchísimo, nunca tuvo estos pensamientos por él acerca de su cuerpo y su rostro.
Podría haber muchas razones, pero la principal era que Yunho habia madurado y realmente habia aprendido la lección acerca del amor.
Madurado en otro sentido, porque el estar robando fotos del chico que te gusta no era exactamente algo que haría un adulto como él.
Cuando colocó el celular en su lugar, volteó su rostro hacia la izquierda. Casi muere, Jaejoong estaba viéndolo fijamente.
“Cuando entraste sorpresivamente ayer. Tu expresión dura era exactamente igual a la que habia visto últimamente.” Le dijo para después comenzar a sonreír “Justo ahora parecías ser el mismo Yunho que sólo se mostraba así conmigo. Realmente extrañé eso”.
El castaño se sonrojó profundamente, carraspeó un poco para evitar balbucear: “También te extrañé”
Jaejoong acercó su mano fría, envolviendo la cálida de Yunho. Entrelazando sus dedos. Yunho le dio un pequeño apretón.
“Tenía miedo de que ya no fueses el mismo. Quiero decir, aún si cambiases te amaría. Es que no quiero que nadie cambie entre nosotros.” Apenado, llevó la mano derecha a su rostro, reincorporándose. “¿Qué estoy diciendo? No lo tomes en serio. ”
Hizo ademán de levantarse y soltar la mano de Yunho, cuando este se lo impidió.
“Dices lo que yo siento” El pelinegro le miró sorprendido. “Jaejoong.” Yunho se acercó más “Ese te quiero demasiado era una confesión ¿acaso?”
“No, los dos somos hombres, es...es…” Desvió la mirada, su rostro comenzó a calentarse, pasó la mano que cubría su frente a su mejillas rojizas. Yunho se alejaría de él, Jaejoong habia aceptado lo que sentía desde hace muchos años pero nunca pudo decírselo, más que por ser rechazado a ser odiado, alejado de la persona que ama.
La incomodidad que demostraba Yunho cuando él expresaba lo que sentía implícitamente le habia echo guardarlos hasta aquel día, cuando supo tendría que tomar aquella decisión junto a Yoochun y Junsu.
“¿Malo? Sé que lo es. ”
“Yunho...” murmuró contra los delgados labios. Los cuales se movían lentamente, dándole oportunidad de alejarse si quería. Jaejoong correspondió un poco, sintiéndose inseguro.
Cerró los ojos fuertemente y se alejó.
“No lo hagas. Si no sientes lo mismo, no intentes siquiera fingirlo, por favor.” Pronunció de forma atropellada. Se levantó rápidamente de la cama, justo cuando la rodeaba para poder salir de la habitación. Yunho le alcanzó, abrazándole fuertemente, con uno de esos abrazos que ponían nervioso a cualquiera.
“Soy un poco tonto para esto” murmuró contra su mejilla. “Tuvo que pasar mucho tiempo, tuviste que alejarte de mí y tuve que extrañarte de verdad para saber cuán importante eras”.
Jaejoong se detuvo en su intento por soltarse. El ritmo cardiaco se aceleraba, esta vez de forma irregular. Suspiró detenidamente para controlar su respiración.
“¿Entiendes lo que trato de decir?”
“Eso creo.”
Yunho besó su mejilla, acercándose a sus labios. “Es extraño besarte, pero es muy agradable”
“Tambien es raro para mí”
La mano de Yunho sostuvo su mentón. “Podemos acostumbrarnos. No te preocupes.”
Se besaron de nuevo. Solo actuaban sus labios, moviéndose lentamente, sintiendo la suavidad contraria.
Jaejoong se aferró a la camisa de Yunho, alzó su rostro, presionando aún más. El menor no pudo evitarlo y le abrazó por la cintura. Sus caderas se tocaron al momento de acercarse tanto.
Yunho sintió un escalofrío ante la familiar escena de su sueño, solo que esta vez Jaejoong no desaparecería, él mismo se encargaría de eso.
Lentamente abrió su boca, pasó su lengua por el labio inferior contrario.
Jaejoong ahogó un quejido, para después separarse. Ambos respirando con dificultad.
“Aunque no esté bien, se siente realmente bien.” Le dijo, acariciando sus labios con el dedo pulgar.
“No se lo digas a nadie” suspiró Jaejoong, con los ojos cerrados.
“No lo haré, nadie va a saberlo. No quiero que nos separen otra vez.”
“Quédate.” Le pidió inseguro.
“Hoy no puedo. Vendré mañana”
“Mañana no puedo” hizo un mohín. “¿Este viernes?”
“Humm… no lo sé…. ¿tal vez?”
“¡Yunho!” Jaejoong soltó, saliendo de la habitación caminó hasta la cocina.
“Vamos, vamos. No seas caprichoso.” Entró como si fuese su propia casa, abrazó al mayor por la espalda mientras este preparaba ramen. “También quiero”
“No. Porque vuelves a ser chubby yunnie.”
“¿Qué? Tengo exactamente el mismo peso, lo que pasa es que tú ahora eres un fideo” Jaejoong volteó a verlo con los ojos entrecerrados, tomó una cucharada de ramen comiéndosela ruidosamente.
Yunho no pudo evitarlo más y comenzó a reírse. “Te enojas más lindo que antes” besó la frente del más bajo. “¿Te das cuenta que nada ha cambiado para mal? Puedo mostrarme diferente ante los demás, pero para ti siempre seré yo mismo, Jaejoong.”
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Jaejoong le prestó a Yunho, después de que habia terminado de bañarse, una de sus camisas blancas con diseños modernos, y ese pantalón negro que acababa de usar en un Fanmeeting, tuvo que ser ese puesto que los demás no se ajustaban a Yunho.
“Si no llegas el viernes, estarás en problemas, Jung Yunho” le susurró, sus labios tan cerca de los otros hasta juntarse.
Ambos estaban en la salida del departamento, a punto de abrir la puerta.
“Sí.”
“Y dale mi numero a Changmin, también.” Pareció dudar” Bueno… sí él lo quiere…”
“Quizas sea mejor no dárselo, podría molestarte con que cocinaras para él. “
“Extraño cocinar para él, y lo extraño.” Jaejoong quitó una pelusa de cuello de la camisa blanca. “Junsu y Yoochun también los extrañan ¿puedo darles tu numero?”
“Hazlo, por favor.” Yunho lo abrazó. “Volveremos a vernos los cinco. “
“Eso es lo que quiero” Jaejoong llevó sus manos hasta la nuca de Yunho, se acercó aún más para besarlo pero el tono de llamada del celular de Yunho lo detuvo.
“Es Changmin. “
“¿Vas a contestarle? Quiero hablar con él”
“Primero quiero calmarlo un poco. Se pone de nervios cuando me voy sin avisarle, se parece a ti”
“Entonces dale mi numero, dile que me llame”
“El realmente te extraña, no te dejará en paz una vez pueda contactarte”
“Al igual que yo con ustedes dos”.
Yunho acarició su mejilla con el pulgar. “Estamos juntos ahora, vamos a solucionar esto de una vez”
Ambos compartieron un último beso, y las mismas miradas llenas de esperanza.
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