10062012
“Take up the habit of finding joy in the smallest of things in life. The misery you feel now will be a strong foundation for your future and you will become someone with an invaluable life.” — Jaejoong
Yunho.
Tengo miedo ¿lo sabes? Tengo miedo de
escuchar tu voz, demasiado de verte a los ojos y reflejarme en ellos (y antes
me gustaba mucho).
Las
cosas están yendo bien, cada vez estoy más ocupado y estoy aprendiendo muchas
cosas. He madurado, y me he hecho más fuerte aunque tambien lloro con más
facilidad.
Pero
tengo miedo, no quiero cambiar. Quiero ser dependiente del nombre de TVXQ para
siempre, quiero seguir escuchando nuestras canciones, no quiero olvidar la
letra de ninguna de ellas. Pero cada vez es más difícil detener el tiempo
dentro de mí.
No
quiero cambiar, Yunho. ¿Pero tú ya lo hiciste, verdad? Lo he notado, asi que
por favor, no sonrías así tan distinto a las sonrisas que yo amaba. Pido cosas
egoístas. Pido que mi corazón no cambie, que pueda decir tu nombre aunque sea a
solas sin que mis labios tiemblen, pido seguir siendo tu mejor amigo, poder
tocarte con naturalidad.
.
¿Sabes de la canción que escribí? Es una amenaza, para ti. Una petición de auxilio tambien, ¿de verdad
no te va a importar si intento salir con alguien más? Las cosas están mal en ese sentido, quiero
ser feliz con alguien pero tengo miedo
que solo pueda serlo contigo. Yunho, quiero hablarte, quiero verte a los
ojos, muerto de miedo y después sentirme aliviado de ver aún su cálido color
chocolate dirigido a mí.
Tambien quiero preguntarte muchas cosas, se volverá un interrogatorio como antes, lo sabes bien. Cuando te llamaba y quería saber dónde estabas, si habías comido, si estabas bien, con quien estabas, cuando volverías y cuanto tardarías y tú respondías divertido con esa risa nerviosa. ¿Volverás a reaccionar así? Porque creo que no tengo la seguridad de preguntarte esas cosas , porque siento que si nos volvemos a ver no seremos los mismos.
Sin embargo, estas advertido de algo, Jung Yunho. Si llegas a desviar la mirada para no verme, si llegas a tratarme con cortesía como un extraño… yo… no sé que voy a hacer, porque siquiera pensar en esa posibilidad me duele demasiado.
Después
del rodaje del drama, regresé a casa. El
móvil vibró dentro de mi bolso mientras abría la puerta de mi departamento. Era
un mensaje de Heechul, donde me daba tu
más privado número telefónico. Se lo habia pedido meses atrás pero él se negó, no me importó mucho el saber
la razón por la que al final accedía.
Por
un momento pensé en borrar el mensaje antes de memorizar el número pero ni
siquiera eso podía hacer, así como tampoco podía simplemente marcar. No podría
soportar una incómoda conversación por teléfono, nosotros no somos así. Dejé caer mi maleta, justo en el sillón negro
me arrodillé mientras apoyaba los antebrazos su asiento.
Un
mensaje.
¿Sabrías
que sería yo? , lo peor sería que sabiéndolo no me respondieras. Escribí
rápidamente.
“Yunho”
Justo
antes de caminar a mi habitación, mi
celular vibró de nuevo. Con los ojos
calientes a punto de humedecerse, lo cogí con cuidado como si la superficie me quemara. Era un mensaje tuyo, signos de interrogación
como respuesta. En el pasado, reconocías mi número y llamabas en lugar de enviar un mensaje.
Suspiré,
tenía que ser valiente, por los tres
años que no lo fui, incapaz de contactarme contigo.
“Soy
Jaejoong”
Envié.
Mi corazón parecía haberse detenido, como si se enterrara en mi pecho y se
comprimiera. ¿Y si ahora lo ignorabas?
Sentí
aquel pensamiento tan real, tan
peligroso porque si sucedía yo volvería a sufrir tanto o incluso más porque,
admitámoslo Yunho, cuando se trata de
ti, soy un cobarde, un débil quien no
puede hacer nada por si mismo más que huir del dolor.
Por
eso apagué el móvil.
Perdóname,
Yunho.
*
*
*
En
Seúl, las grandes calles, las luces de
los edificios y las casi inexistentes
estrellas eran parte de la decoración a travez de la enorme
ventana en el lujoso departamento.
Changmin
dormía tranquilamente en su habitación.
Yunho
estaba de pie frente a la ventana, desesperadamente marcando aquel
número telefónico.